lunes, 1 de abril de 2013

SALVAR AL SOLDADO RYAN

Realmente, esta es una película de guerra clásica. Es posible que muchos traten de disfrazarla de alegato anti belicista, pero no deja de ser la aventura de unos buenos soldados americanos adentrándose en un territorio plagado de malos soldados nazis.

 No tiene importancia. Cinematográficamente, es una de las mejores películas bélicas de la historia. Tiene los primeros veintidós minutos más  impactantes en la historia  del género. Los soldados son seres humanos: vomitan, tiemblan y lloran. Las balas debajo del agua hacen un siniestro ruido, y los pertrechos militares pesan mucho, cuando de lo que se trata es de correr.

Cuando el espectador trata de digerir lo que ha visto, es cuando empieza la siguiente parte del film. De la autenticidad del horror de la guerra, viajamos al patriotismo americano, tan latente en este tipo de films. Un grupo de soldados, encabezados por un desesperanzado capitán John Miller (inconmensurable Tom Hanks), son enviados más allá de las líneas enemigas para llevar de vuelta a EEUU a un soldado que ha perdido a tres hermanos en la misma guerra. A efectos del pueblo americano, sería inconcebible que una madre viuda perdiera a cuatros hijos en una guerra (se entiende que tres son suficientes), y por ello no dudan en mandar un contingente de soldados a una posible muerte para recuperar al vástago perdido (Ryan).

Ahí encontramos al Spielberg puro. Pese a su duración (tres horas), la película mantiene el dinamismo de principio a final. La película, con claras influencias de "El día más largo", se convierte en una "road-movie " entre pueblos arrasados y campos quemados.
A diferencia de las películas de los años cuarenta y cincuenta, aquí todos tienen miedo. nadie quiere morir. El director juega con ello en cada situación. Los golpes no son certeros puñetazos en la mandíbula y una bayoneta no entra tan fácil en la piel. 

Ryan (Matt Damon), aporta el punto lógico en la historia: no quiere abandonar, sin razones obvias, a sus compañeros en el frente de batalla, y no acepta sentirse culpable del sacrificio de tanta gente. Hay una frase de uno de los soldados enviado a buscarle, que define claramente la situación: "Espero que ese Ryan valga la pena, y que, cuando regrese a casa cure alguna enfermedad o invente una nueva bombilla de larga duración".

En resumen, si os gusta el cine bélico, esta es vuestra película. Si os gusta el cine de Spielberg, esta es una de sus "películas mayores". Si os gustan las buenas interpretaciones, muy recomendable, y si os gusta el cine, ya tardáis en verla.


Puntuación Film Affinity: 7,8